CRUZADA NACIONAL EN DEFENSA DE LA JUSTICIA

¿A qué se debe la renuente arremetida del presidente de la República en contra de la Corte Suprema de Justicia, qué será lo que teme, estaremos dando pasos hacia una dictadura?

Son preguntas que surgen y que deberían preocupar a la totalidad de los colombianos sensatos que estén del lado de la verdadera defensa de las instituciones.

Es problemática la situación, pues no podemos olvidar que hemos superado tiempos antiguos como la barbarie, la esclavitud y se han conocido experiencias nefastas para la historia de la humanidad como los totalitarismos políticos, tan seductores en sus momentos de auge, pero tan peligrosos cuando se destapan las verdaderas intenciones de los dictadores. Hoy, el Estado de Derecho, conquista de las revoluciones modernas es sinónimo del avance importante de la racionalidad humana. Colombia ha adoptado ese modelo de Estado por considerarlo acorde con las necesidades de una representación políticas a la altura de las sociedades contemporáneas. Formalmente, en el papel, Colombia es un ejemplo de solidez democrática para la región, pero tal parece que ese honroso reconocimiento está quedando grande a la situación real que vive la sociedad política colombiana, especialmente frente a los vehementes ataques que el máximo jefe del Estado colombiano ha emprendido contra los órganos de la justicia y contra sus distinguidos representantes, hombres de valor con hojas de vida laureadas en el mundo académico y jurídico.

Temor, esa parece ser la constate al interior del pequeño cuerpo de nuestro cuestionado mandatario, al querer levantar cortinas de humo y mantos de duda ante las providencias judiciales. Son muestras ineludibles de indebida interferencia en el ámbito de la justicia de la primera autoridad del país, no olvidemos la condena de la ex parlamentaria Yidis Medina con la que se dejó en entredicho la legitimidad de origen del proceso de la reelección presidencial y la posterior explosión de intervenciones cuestionando la integridad de la Corte. Actualmente, el sofisma de distracción es una supuesta reforma a la justicia, con el único pretexto de lograr mayor manipulación e interferencia sobre dicha rama del poder por parte del ejecutivo y en consecuencia la consolidación de la dictadura que se quiere implementar en Colombia, amortiguado desde las principales cadenas periodísticas del país, propiedad de los más enconados defensores del régimen y representantes de los poderes económicos que manejan el país.

Bueno, y ante todo este precedente cuál debe ser la actitud de los colombianos honestos y respetuosos de las instituciones políticas del país?...La respuesta es apenas lógica, vamos todos a apoyar la independencia de los poderes y vamos a rechazar la imprudencia de quienes no respetan la institucionalidad.

Recuerden: el futuro de la democracia está en juego, de todos depende si cambiamos o seguimos por el despeñadero tortuoso de la dictadura….

NO NOS QUEDEMOS CALLADOS ANTE LA GRAVE SITUACIÓN…..INSTRUYAMOS A LOS IGNORANTES ACÓLITOS DE LA FRENÉTICA ORUQESTA DICTATORIAL, HAGAMOS CÍRCULOS DE DISCUSIÓN EN LAS CASAS, APAGUEMOS LOS TELEVISORES Y PENSEMOS CON EL CORAZÓN EN LA MANO QUÉ HAY DETRÁS DE LAS SIMPÁTICAS CHICAS QUE PRESENTAN LOS NOTICIEROS, NO TRAGUEMOS ENTERO, DUDEMOS HASTA DE LO QUE PAREZCA MÁS OBVIO…………………………… ESA PUEDE SER UNA BUENA ALTERNATIVA PARA SALIR DE LA ESTUPIDEZ COLECTIVA POR LA QUE TRANSITAMOS.

NO TODO ESTÁ PERDIDO,,,,, EL TIEMPO DIRÁ LA ÚLTIMA PALABRA